Éxodo 19
III. La Alianza en el Sinai
1. LA ALIANZA Y EL DECÁLOGO
Llegada al Sinaí.
1 Al tercer mes después de la salida de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto de Sinaí.
2 Partieron de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el desierto. Allí acampó Israel frente al monte.
Promesa de la Alianza.
3 Moisés subió hacia Dios. Yahvé le llamó desde el monte, y le dijo: «Así dirás a la casa de Jacob y esto anunciarás a los hijos de Israel:
4 "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí.
5 Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra;
6 seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa."Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel».
7 Fue, pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso todas estas palabras que Yahvé le había mandado.
8 Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha dicho Yahvé». Y Moisés llevó a Yahvé la respuesta del pueblo.
Preparación de la Alianza.
9 Dijo Yahvé a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para siempre». Y Moisés refirió a Yahvé las palabras del pueblo.
10 Yahvé dijo a Moisés: «Ve donde el pueblo y haz que se santifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
11 y estén preparados para el tercer día; porque al día tercero descenderá Yahvé a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
12 Deslinda el contorno de la montaña, y di: Guardaos de subir al monte y aun de tocar su falda. Todo aquel que toque el monte morirá.
13 Pero nadie pondrá la mano sobre el culpable, sino que será lapidado o asaeteado; sea hombre o bestia, no quedará con vida. Cuando resuene el cuerno, subirán ellos al monte».
14 Bajó, pues, Moisés del monte, adonde estaba el pueblo, y ellos lavaron sus vestidos.
15 Y dijo al pueblo: «Estad preparados para el tercer día, y absteneos de mujer».
16 Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.
17 Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahvé había descendido sobre él en el fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia.
19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno.
20 Yahvé bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte; llamó Yahvé a Moisés a la cima de la montaña y Moisés subió.
21 Dijo Yahvé a Moisés: «Baja y conjura al pueblo que no traspase las lindes para ver a Yahvé, porque morirían muchos de ellos;
22 aun los sacerdotes que se acercan a Yahvé deben santificarse para que Yahvé no irrumpa contra ellos».
23 Moisés respondió a Yahvé: «El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos lo has prohibido, diciendo: Señala un límite alrededor del monte y decláralo sagrado».
24 Yahvé le dijo: «Anda, baja, y luego subes tú y Aarón contigo; pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia Yahvé a fin de que no irrumpa contra ellos».
25 Bajó, pues, Moisés adonde estaba el pueblo y les dijo...